Texto y fotos: Raúl Rubio
Hace poco más de un mes estábamos en plena campaña electoral de Municipales y Autonómicas. Empezamos un reto, Votemos, con el que queríamos enfocar los mítines políticos desde otro punto de vista, más humano y espontáneo. La intención era buscar imágenes poco habituales de este tipo de actos.
Ahora acabamos con este post, Recuento (la parte final de toda elección) en el que recogemos la sesión de investidura de la nueva corporación municipal de la Vall d’Uixó.

En primer lugar, quiero agradecer al personal de protocolo y prensa del Ajuntament de la Vall d’Uixó que me hicieran un hueco en la vieja y pequeña sala de plenos del consistorio. Las invitaciones (sólo había unas 40) se cotizaban más que una tribuna para la final de la Champions. Tal cual.

Fue un acto que transcurrió con normalidad democrática, con el respeto que se merece y sin grandes anécdotas. Eso sí, repleto de emociones difíciles de camuflar; caras (y palabras) como espejos de almas después de una intensa campaña y de semanas de negociaciones para conformar gobierno.

Siguiendo con el símil futbolístico, el tridente formado por Tania Baños (ya alcaldesa, del PSPV), Antoni Llorente (teniente de alcalde, EU) y Jordi Julià (teniente de alcalde, Compromís) fueron quienes repartieron más sonrisas… y algún que otro momento de soledad en el que parecía que el cargo y/o la responsabilidad ya se había posado sobre sus hombros.

En el otro lado, lógica tristeza tras ocho años de gobierno en un PP que prometió hacer una oposición dura, pero constructiva. En resumen, alegría y decepción. Como en la final de la Champions.

Y después de una sesión con emociones a flor de piel, los concejales se saludaron y se desearon suerte para la nueva legislatura, que ahora comienza. No hubo intercambio de camisetas, pero los ganadores sí lo celebraron con su afición.

Aquí os dejamos una amplia galería fotográfica de lo acontecido en la sesión plenaria del sábado 13 de junio de 2015, con condiciones de luz poco óptimas y sin poder cambiar el punto de vista… porque era imposible moverse. Pero pudimos estar allí.
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